1. CULTIVO
El sistema de permanente selección individual y posterior reproducción vegetativa que desde 1963 aplica Las Marías permite distinguir y multiplicar plantas de superior calidad, resistencia a plagas y adaptación al medio ambiente en donde prosperan, que forman sus plantaciones varietales.
|
2. COSECHA
El manejo de la cosecha es determinante en la calidad del producto. En las 1300 hectáreas cultivadas, esta tarea es realizada mecánicamente y con el máximo cuidado, para proteger el brote y lograr que llegue fresco e intacto al momento de su elaboración.
|
3. ELABORACIÓN
Ya en la fábrica, y luego de que los tiernos brotes pierden parte de su humedad y son molidos, tiene lugar el fermentado. En este proceso, los líquidos que envuelven sus pequeñas partículas comienzan a fermentar, es decir, a absorber oxígeno. Es por eso que el té adquiere un color cobrizo brillante y un perfume peculiar.
|
4. CLASIFICACIÓN
En el secado, el té es sometido a temperaturas entre 80° y 100°, en donde pierde casi toda su humedad, logrando el color negro que lo caracteriza.
|
5. MEZCLA
En esta fase, todo el conocimiento de nuestros especialistas está destinado a formar los distintos "blends", cada uno de los cuales es destinado a distintos tipos de envasado.
|
6. CATADO
La calidad del té se evalúa según el aspecto de la hoja seca, el brillo de la infusión, su astringencia, aroma y sabor. Todo esto se determina mediante la catación de expertos, tarea que nunca ha podido realizarse químicamente, insustituible en el comercio del té, ya que de algún modo representa al consumidor.
|
7. ENVASADO
Se utiliza una sobreenvoltura de polipropileno perlado que protege herméticamente todas las cualidades originales de cada variedad de té. Este exclusivo material recubre cada saquito asegurando una frescura total y un sabor genuino.
Té / Propiedades

- Detiene el envejecimiento celular: Por su alta concentración de polifenoles (catequinas), posee un gran poder antioxidante que detiene el envejecimiento al reducir la oxidación de las células.
- Anticancerígeno: Por su efecto antioxidante, también previene el crecimiento de células cancerígenas. De esta forma disminuye mutaciones y efectos genotóxicos, que pueden transformar las células y provocar tumores.
- Disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares: Ayuda a prevenir los trastornos coronarios.
- Inhibe la absorción del colesterol: Ayuda a disminuir el nivel sanguíneo de colesterol malo.
- Eficaz antibacteriano: Previene las caries inhibiendo el crecimiento de la placa bacteriana y el mal aliento.
- Ayuda a reducir grasas: Reduce la absorción del colesterol de la dieta y la reabsorción de ácidos biliares. Además estimula la termogénesis.
- Inhibe el aumento de la presión sanguínea: Los polifenoles presentes bloquean la acción de la enzima involucrada en la conversión del angiotensin I a angiotensin II, responsable del aumento de la presión arterial.
- Inhibe la acumulación de azúcar en sangre: Ayuda a disminuir el nivel sanguíneo de glucosa.
- Inhibe la agregación plaquetaria: Actúa como antitrombótico, promoviendo el estado procoagulante.
Té / Preparación
|
El agua para prepararlo tiene que ser fresca, de la canilla. Como varía mucho según las regiones, si es muy clorada, es preferible usar agua de filtro, pero nunca mineral, ya que contiene sodio, potasio, y otras sales minerales que provocan dureza y afectan la calidad de la infusión. Debe estar recién hervida, porque si se hierve de más se elimina el oxígeno disuelto, afectando la calidad de la infusión.
|
|
La costumbre de añadir leche en el té es básicamente una cuestión de gustos que proviene de Gran Bretaña. Si bien es una cuestión de gusto personal, hay que tener presente que estropea el sabor de algunos tés, especialmente el blanco, el verde, los Oolongs, los aromatizados y algunos negros ligeros.
|
|
Esta también es una costumbre que se desarrolló en Europa y dónde más se extendió fue en Gran Bretaña, ya que los chinos no solían agregarlo al té. Aunque los especialistas recomiendan beber el té sin azúcar porque enmascara el sabor de la infusión, se trata de una cuestión de gustos.
|

Esta costumbre nació en una feria internacional de muestras en St. Louis, EEUU, en 1904. Cuentan que debido a las altas temperaturas de la jornada y en un atrevido esfuerzo por vender el producto, un comerciante llamado Richard Blechynden, desesperado porque nadie probaba sus infusiones calientes, sirvió el té con hielo y fue un éxito.
Para preparar un té helado es necesario utilizar el doble de té que se usaría para una infusión normal, colarlo en el caso de que fuera té en hebras y endulzarlo. Luego llenar un vaso de hielo y servir lentamente el té sobre los cubitos. Se le pueden agregar hojas de menta, rodajas de limón o de naranja.
Si es té en hebras, poner en la tetera una cucharadita de té (2 grs.) por cada taza que se desee servir y agregar una cucharadita más para la tetera, que previamente ha sido calentada. Si se trata de té en saquitos, poner en la taza o tetera tantos saquitos como tazas se quieran preparar. Luego, calentar el agua hasta el primer hervor (no debe ser sobrehervida) y servir. Dejar reposar 3 minutos en el caso de los saquitos, y dos minutos más si se trata de té en hebras.
- Usar agua fresca.
- Calentarla y retirarla unos minutos antes de que hierva, a una temperatura de 70ºC.
- Servir sobre el saquito y dejar reposar 3 minutos. Es recomendable no agregarle leche.
Té / Historia
Mito y realidad
El té es la bebida más consumida en todo el mundo (sin tener en cuenta el agua de la canilla), y por ser cinco veces milenaria, es la más antigua de la humanidad. Además, es majestuosa desde su nacimiento: cuenta la leyenda que las primeras gotas mojaron por azar los divinos labios del emperador chino Chen-Nung, quien descubrió así sus virtudes. Este emperador era un erudito que por razones de higiene bebía solo agua hervida. Según el mito, un día del año 2737 a.c., mientras Chen Nung descansaba bajo la sombra de un árbol de té silvestre, una ligera brisa agitó las ramas con tan buena suerte que algunas de las hojas cayeron en el agua que estaba hirviendo.
Desde China a Occidente El té es originario de China y hasta el siglo XVII permaneció desconocido para el mundo occidental. Durante toda la Edad Media no se tuvo en Occidente noticias del té. Fueron los Jesuitas Misioneros radicados en China quienes se ocuparon de difundir la preparación y empleo del té, describiéndolo detalladamente en el "Novus Atlas Sinensis", en 1653.
La expansión del comercio del té se dio entre los siglos XVII y XIX, primero a cargo de las compañías holandesas y posteriormente de las inglesas y francesas. En ese entonces, los europeos sólo podían comprarle té a China y en menor medida a Japón, los únicos productores hasta ese momento.
Inglaterra se enamora del té
La China, en su rol de principal y casi único productor de té del mundo, desconfiada del expansionismo europeo, ponía trabas e impuestos limitando el intercambio de la bebida tan codiciada. A raíz de esta cuestión Inglaterra impulsó la producción de té a escala comercial en dos de sus colonias: India (donde se descubrió la planta de té de forma silvestre, en la provincia de Assam) y más tarde e Ceilán, hoy dos de las regiones más reconocidas en la producción de té.
Inglaterra se fue enamorando perdidamente del té, y hacia el siglo XVIII el té se convirtió en su bebida más popular, tanto para las clases humildes como para la realeza, llegando a sustituir la cerveza y la ginebra.
La invención del "afternoon tea" se le atribuye a Ana, séptima duquesa de Bedford. Cuentan que un día a media tarde tuvo una sensación de desfallecimiento y se hizo servir un té con algún tentempié, y que al encontrarlo tan agradable, comenzó a invitar a sus amigas a disfrutar de ese momento que pronto encantó a lo más selecto de Londres. Hacia la época victoriana, los five o´clock teas ya se habían constituido una costumbre.
El té llega a Argentina En nuestro país el té apareció como un acontecimiento casual cuando en 1923 arribó a Colonia Tres Capones de Misiones el Sacerdote Tijón Hnatiuk, procedente de Ucrania, quien trajo como presente para su familia un paquete de semillas de "Camellia Sinensis" o "Thea Sinensis". Las semillas fueron plantadas por Vladimiro Hnatiuk y en 1932 el Ministerio de Agricultura distinguió con un diploma de honor al pionero. Así, las rudimentarias experiencias fueron dando sus frutos convirtiéndose en la base y el fundamento posterior de la industria.
Los primeros cultivos en Corrientes
En Las Marías los primeros cultivos se realizaron en 1950 con semillas de la variedad Assam, originaria de la India, obtenidas de unas plantas aisladas que ya existían en el establecimiento de la compañía argentina Liebig, en Corrientes, por iniciativa de un inglés que estaba experimentando el cultivo de té en la región. A partir de ellas, en Las Marías se comenzó a practicar el sistema de selección individual y reproducción vegetativa, que dieron origen a las plantaciones varietales de la actualidad, de reconocida calidad internacional.
|